Mecanismo de apunte de la antena de alta ganancia para el rover Perseverance de la misión Mars 2020
En Sener hemos sido seleccionados por la Agencia Espacial Europea (ESA) para el desarrollo de varios sistemas clave que llevará el módulo de entrada del Rosalind Franklin, el rover (vehículo para la exploración espacial) del programa ExoMars. El lanzamiento está previsto para el año 2028.
El Rosalind Franklin es un rover diseñado para buscar rastros de vida en Marte, a partir de investigaciones científicas avanzadas que realizará en su superficie.
Este rover irá equipado con un taladro, que permitirá hacer excavaciones de hasta 2 metros de profundidad. Mediante este proceso se espera extraer y procesar muestras del subsuelo.
El vehículo también estará equipado con varios instrumentos científicos que permitirán hacer un análisis de las muestras in situ. Uno de estos instrumentos contiene hornos, con los que es posible analizar la cromatografía de los gases de las muestras obtenidas y buscar compuestos orgánicos, es decir, que contengan carbono.
El descubrimiento de estos compuestos no implicaría como tal signos de vida. Sin embargo, algunas moléculas orgánicas específicas se encuentran en las células y, en el caso de descubrirlas, podrían aportar claves sobre el potencial de la vida en Marte.
En Sener somos responsables del diseño, desarrollo y suministro de varios sistemas esenciales para el éxito de la misión Rosalind Franklin.
En concreto, diseñamos y fabricamos tres subsistemas clave para el correcto aterrizaje del rover a su llegada a Marte:
Además, el rover también llevará a bordo equipos desarrollados por Sener:
Estos equipos son esenciales para lograr el objetivo de la misión, que consiste en realizar perforaciones de hasta dos metros de profundidad en la superficie marciana, tomar muestras y analizar su composición.
Además de esta búsqueda de rastros de vida, el programa ExoMars también investigará la variación del ambiente geoquímico marciano, estudiará la composición de las trazas de gases en la atmósfera marciana y sus fuentes de origen y demostrará la viabilidad del uso de tecnologías clave para futuras misiones de exploración espacial.
El objetivo principal de la misión es determinar si alguna vez existió vida en Marte. Para ello, el rover Rosalind Franklin perforará el subsuelo marciano para analizar muestras, donde se cree que la materia orgánica podría estar mejor conservada, protegida de la radiación y las duras condiciones de la superficie.
La misión Rosalind Franklin tiene una ventana óptima de lanzamiento en 2028, con una transferencia de dos años para aterrizar en octubre de 2030. Este tiempo permitirá garantizar seis meses de operación antes del otoño marciano, momento en el que las tormentas de polvo podrían amenazar la misión.
Se elige un viaje más largo para aterrizar en un período seguro, evitando llegar demasiado cerca de la temporada de tormentas globales en Marte, que pondría en riesgo la supervivencia del rover.
Rosalind Franklin es la segunda misión del programa ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA) que tiene como objetivo la exploración de Marte en busca de evidencias de vida. Su elemento central es un rover que explorara la superficie marciana.
La primera misión de ExoMars, lanzada en 2016, combinó un orbitador para el análisis atmosférico con un módulo de aterrizaje para pruebas tecnológicas, sentando las bases para futuras exploraciones, incluida la misión Rosalind Franklin.