Mecanismo de apunte de la antena de alta ganancia para el rover Perseverance de la misión Mars 2020
El consorcio industrial liderado por Sener progresa en las pruebas de puesta a punto de la misión en órbita y alcanza un nuevo hito realizando las primeras órbitas operacionales involucrando todos los sensores usados para el vuelo en formación y demostrando el funcionamiento correcto de la autonomía del sistema, con las altas prestaciones esperadas.
La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA), liderada por Sener en estrecha colaboración con un equipo industrial formado por Redwire, Airbus, GMV y Spacebel y englobando un amplio consorcio de más de 29 empresas de 17 países, se lanzó el 5 de diciembre de 2024 y está ahora en la fase de puesta a punto en órbita (o fase de commissioning).
La misión trata de demostrar la viabilidad del vuelo en formación con altas prestaciones entre naves espaciales, usando una nueva tecnología puntera. Implica la sincronización entre dos satélites, que vuelan en una órbita elíptica, alejándose a algo más de 60.000 km de la Tierra (algo más de 10 veces la distancia desde la superficie al núcleo de la Tierra). En la misma misión, se usa la tecnología de vuelo en formación para tomar imágenes de la corona solar (coronografía). El satélite Coronagraph aloja el coronógrafo de la misión, instrumento que apunta directamente al Sol. El segundo satélite, Occulter, eclipsa al Sol, interponiéndose entre el astro y el Coronagraph. Los dos satélites, usando varios equipos de metrología (ópticos y láser) se colocan a una distancia de 150 metros aproximadamente, con una muy alta precisión (de unos pocos milímetros).
En las últimas semanas, el equipo operando los satélites desde el centro de control de ESEC (en Redu, Bélgica) e integrando personal de ESA, Sener y Redwire con el soporte de expertos de GMV ha alcanzado un nuevo hito para la misión: la entrada en las primeras orbitas operacionales de la misión, donde se realizan las operaciones de vuelo en formación. En estas órbitas, los satélites maniobran para colocarse correctamente en la posición relativa optima de coronografía en el apogeo, usando sucesivamente los distintos sensores: primera las cámaras WAC y NAC del sistema visual (“Visual-Based System”), luego el sistema láser (“Fine Lateral y Longitudinal Sensor”) y finalmente el sensor integrado en el mismo coronógrafo (“Shadow Position Sensor”). Se mantiene de manera continua la formación durante un periodo de 6 horas, y luego se rompe con unas nuevas maniobras para el paso por el perigeo. Todas estas operaciones se realizan de manera totalmente autónoma, sin intervención de los operadores, aunque de momento bajo la monitorización del equipo de operación de Redu.
Con estas últimas actividades se ha podido comprobar que las lógicas del sistema de vuelo en Formación (“Formation Flying System”) funcionan de manera satisfactoria, pero también que se alcanzan las prestaciones milimétricas del sistema.
El equipo operacional ahora se prepara para realizar las ultimas actividades de la fase de commissioning, en particular usar esta tecnología novedosa de vuelo en formación para adquirir imágenes de la corona solar.
Proba-3 forma parte del Programa de Tecnología de Soporte General de la ESA, y la participación de España ha sido posible gracias al apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial, así como a una estrecha colaboración entre empresas a nivel internacional.
Descargo de responsabilidad: la opinión expresada aquí de ninguna manera refleja la opinión oficial de la Agencia Espacial Europea.