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Tal y como se expuso en este mismo blog recientemente, los ingenieros navales tienen un papel decisivo en el desarrollo de un campo con tanto potencial como el de la energía eólica marina flotante, gracias a sus conocimientos sobre hidrodinámica y experiencia en gestión de operaciones en ambientes marítimos complejos, entre otros ámbitos.

En este artículo, profundizamos en algunos aspectos más que los diferencian y les permiten aportar valor a esta industria en auge. Por ejemplo, es el caso del ámbito normativo: las regulaciones de seguridad marítima y de construcción se aplican rigurosamente al diseño y la construcción de las plataformas flotantes utilizadas en la eólica marina. Esto incluye la certificación de la estructura para garantizar que cumple con las normativas de estabilidad, resistencia estructural y seguridad a bordo. Asimismo, la eólica marina debe cumplir con las regulaciones ambientales, que establecen límites para las emisiones y los vertidos de contaminantes al agua y al aire, aspectos cubiertos por el conocimiento de los expertos en ingeniería naval.

Las regulaciones también rigen la inspección y el mantenimiento periódico de las estructuras marinas y los sistemas de turbinas eólicas: los ingenieros navales deben participar en la planificación y ejecución de estas actividades para garantizar el cumplimiento normativo. Dado que los proyectos de energía eólica marina suelen ser internacionales, es crucial cumplir con los convenios y regulaciones internacionales, como SOLAS y MARPOL, que establecen estándares globales para la seguridad y la protección ambiental en el mar. El ingeniero naval tiene la obligación de conocer y aplicar este tipo de reglamentaciones en sus proyectos y por ese motivo es la persona más indicada para asegurar su cumplimiento en el caso de instalaciones de eólica flotante marina.

El campo de la logística y mantenimiento en el entorno marino es otro en el que estos profesionales pueden aportar conocimiento y experiencia. La industria de la energía eólica marina flotante presenta un conjunto único de desafíos logísticos y operativos, ya que implica la instalación, mantenimiento y reparación de estructuras flotantes y turbinas eólicas en entornos marinos dinámicos y a menudo adversos. Los ingenieros navales juegan un papel crucial en la planificación y ejecución de estas operaciones, aprovechando su experiencia en la gestión de proyectos en entornos marinos hostiles y su comprensión de las complejidades de la logística en alta mar. Dentro de las tareas que pueden ser desarrolladas por ingenieros navales encontramos, entre otras, la planificación de la Logística (es necesario trabajar en la planificación de rutas de navegación seguras para los buques y equipos, teniendo en cuenta las cambiantes condiciones marinas y las restricciones meteorológicas), la gestión de buques, las labores de mantenimiento y reparación, la seguridad en entornos hostiles o la implementación de tecnología avanzada (como sistemas de monitorización remota que permitan una supervisión constante de las condiciones de las plataformas y las turbinas).

Estos dos aspectos, el del cumplimiento normativo y el de la logística y el mantenimiento, son tan solo una pequeña muestra del importante papel que los ingenieros navales desempeñan en el desarrollo de la energía eólica marina flotante, clave en la transición ecológica.

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